Un espacio para quienes los amamos, aprendemos de ellos, sufrimos cuando los maltratan, estamos atentos a sus floraciones, a sus cambios de follaje y reconocemos la sabiduría de esos gigantes, testigos del paso del tiempo...
lunes, 11 de octubre de 2010
DE ORIENTE, CON SABOR.
No es difícil distinguirlo, sobre todo en este mes, en que madura su fruto comestible: me refiero al níspero (Eriobotrya Japónica), árbol perennifolio de ramas tortuosas, perteneciente a la familia de las Rosáceas, de escasa altura, hojas grandes, elípticas, coriáceas, de bordes dentados y nervaduras muy marcadas, realmente bonitas. Las flores son bellísimas, muy perfumadas, pero ese es otro tema: les prometo que se los mostraré, en todos sus detalles, cuando llegue el momento, el invierno próximo. Ahora, la estrella es el fruto: es una baya ovoide, con pericarpio liso, de un adorable color amarillo- anaranjado y pulpa jugosa agridulce, que contiene en su interior 2-varias semillas castañas y lustrosas. Su temprana y abundante producción de frutos, en plena primavera, es muy apreciada, ya que pueden consumirse frescos o elaborar con ellos riquísimos dulces o mermeladas. También forman parte de la dieta de las aves, las que contribuyen a dispersar su germen. Ver un níspero colmado de frutos maduros, es algo digno de ser tenido en cuenta. ¡ No se lo pierdan ! Mi amiga Lulu ya está plantando las semillas.
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