El diseño estuvo a cargo del paisajista y arquitecto Carlos Thays, autor de muchos de los espacios verdes de la ciudad. En la zona había varias plazas pequeñas y Thays las unificó en un amplísimo espacio que ocupa nada menos que 159.746 metros cuadrados, con un perímetro de casi 2 km.
Cuenta con un amplio anfiteatro con capacidad para más de 2000 espectadores y un gran escenario que puede albergar a más de cien músicos, como es el caso de nuestras orquestas Sinfónica y Filarmónica nacionales, que ofrecen conciertos periódicamente.
El lago artificial es otro de sus encantos. Gran cantidad de patos y gansos nadan en sus aguas; anidan y desovan en un islote poblado de árboles, creado para ese fin en el medio del estanque.
La fauna ictícola es muy numerosa. Está representada por carpas multicolores.
Sobre la Av. Ángel Gallardo, dentro mismo del parque, se yergue el Museo Nacional de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, de visita obligada ya que es uno de los más completos del mundo, en su especialidad.
La arboleda del Centenario merece un párrafo aparte. El arquitecto Thays tuvo muy en cuenta las especies nativas a la hora de elegirla. Por eso, la vista se pierde entre las decenas de ejemplares de Araucaria angustifolia;
los gigantescos Peltophorum dubium, orgullosos de ser guaraníes y llamarse
Una visita a este mágico lugar no es algo que se olvide fácilmente, se las recomiendo; es una dosis de amor incondicional, como el que sólo pueden darnos ellos, los árboles...
¡Hasta la próxima!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.