jueves, 17 de diciembre de 2020


LA FLOR PROVINCIAL DE RÍO NEGRO 


Embothrium coccineum es un árbol endémico de los bosques templados australes de Sudamérica;  produce flores de color rojo intenso, agrupadas en corimbos; son hermafroditas y tienen cuatro estambres y un pistilo largo; la floración ocurre en primavera.                                                                                                  

Las hojas son perennes, alternas, lisas, con borde entero, brillantes en la faz superior, más claras en el envés y con la nervadura marcada en ambas caras. El fruto es un folículo seco, con unas 10 semillas en su interior.  




Es un arbolito de pequeño porte, unos 4 m, aunque puede llegar a crecer hasta 15 m de altura. Tiene la corteza gris oscuro. Su madera noble es de color rosado claro, y por ser además muy blanda pero resistente, se emplea para elaborar cucharas, recipientes para la cocina y otros objetos artesanales.

Debido a su extensa distribución, esta especie se desarrolla en una gran diversidad de ambientes con amplias variaciones climáticas y bióticas, pero no llega a formar bosques puros. Varias especies de animales se alimentan de las hojas del notro, entre ellos el huemul, los vacunos y los ciervos exóticos.  Además, aves y roedores aprovechan sus frutos. 

Los nombres comunes de Embothrium coccineum son notro, ciruelillo o fosforito.​ En idioma mapuche a esta especie se la llama notru o tremun.

lunes, 13 de enero de 2020

PEQUEÑO PORTE, GRAN BELLEZA...

El guarán amarillo, guarán-guarán, lapachillo amarillo, es un bello arbusto nativo del noroeste argentino, cuyo nombre científico es Tecoma stans, de la familia Bignonaceae.
Su copa es globosa y de forma irregular, de follaje perenne y de un bello color verde medio.
Las hojas son compuestas, pinnadas, opuestas, con folíolos de borde finamente serrado.





Sin dudas, lo que destaca al guarán es su generosa y vistosa floración. Como otras de la familia de las bignonáceas (jacarandá, lapacho, por nombrar algunas), sus flores son grandes, acampanadas, de un hermoso color amarillo, dispuestas en inflorescencias terminales muy llamativas.








Florece en primavera  fructifica en verano y otoño; los frutos, que contienen varias semillas, permanecen largo tiempo en el árbol. Se trata de legumbres grandes y alargadas que adquieren un bello tono muy oscuro al madurar. 














El guarán se propaga por
semillas o estacas leñosas.
Es una especie colonizadora que es necesario controlar por su tendencia a asilvestrarse.
























Se adapta fácilmente a todo tipo de suelo, aunque prefiere aquellos húmedos, permeables y fértiles.

sábado, 22 de junio de 2019

CINA-CINA

Es el nombre vulgar de un árbol de follaje semi-caduco. Tiene una copa amplia, ramillas y follaje colgante. Es espinoso y en general mide unos 6 m de altura. En ocasiones puede comportarse como un arbusto de menor altura, ramificado desde su base. Es nativo de la región de Bolivia, Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay.





Familia: Fabaceae
Nombre  científico: 
Parkinsonia 
aculeata








   Sus hojas son compuestas y llegan a medir más de 30 cm de largo. Tiene flores, dispuestas en racimos, de color amarillo muy vistoso y con algunas manchas de tonos rojo anaranjado en su interior             




Florece desde mediados de la primavera y fructifica a fines del verano.



Es un árbol valorado en jardinería por lo llamativo de su floración y por lo característico de su follaje colgante. Sus flores son muy visitadas por las abejas. 


Sus frutos son legumbres que se emplean como forraje para el ganado. También tiene numerosas aplicaciones en la medicina popular.

Tiene unos  10 cm de largo, de color castaño y terminada en fina punta.


                                                       


Las  hojas son compuestas, bipinnadas, con un pecíolo muy corto que termina en espina, de donde nacen hasta 3 divisiones o pinnas.



Habita en estado silvestre en bosques, parques y campos asociados a las
planicies del litoral del Río Uruguay.


sábado, 27 de enero de 2018

VERDE EN ESTADO PURO...

En el centro geográfico de la ciudad de Buenos Aires, el barrio llamado Caballito, está el parque del Centenario. Fue creado en el año 1909 con motivo de estar próximos los festejos del centenario de la revolución de mayo de 1810. 
El diseño estuvo a cargo del paisajista y arquitecto Carlos Thays, autor de muchos de los espacios verdes de la ciudad. En la zona había varias plazas pequeñas y Thays las unificó en un amplísimo espacio que ocupa nada menos que 159.746 metros cuadrados, con un perímetro de casi 2 km. 

Cuenta con un amplio anfiteatro con capacidad para más de 2000 espectadores y un gran escenario que puede albergar a más de cien músicos, como es el caso de nuestras orquestas Sinfónica y Filarmónica nacionales, que ofrecen conciertos periódicamente.



El lago artificial es otro de sus encantos. Gran cantidad de patos y gansos nadan en sus aguas; anidan y desovan en un islote poblado de árboles, creado para ese fin en el medio del estanque. 

                                                       



La fauna ictícola es muy numerosa.                                                  Está representada por carpas multicolores.




































Sobre la Av. Ángel Gallardo, dentro mismo del parque, se yergue el Museo Nacional de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, de visita obligada ya que es uno de los más completos del mundo, en su especialidad.


La arboleda del Centenario merece un párrafo aparte. El arquitecto Thays tuvo muy en cuenta las especies nativas a la hora de elegirla. Por eso, la vista se pierde entre las decenas de ejemplares de Araucaria angustifolia;

la magnificencia de tantas Tipuana tipu; los increíbles Jacaranda mimosifolia; todas las especies del género Ceiba, nuestro palo borracho en todos sus colores; los troncos sinuosos de Erythrina crista-galli y su fronda roja; los falsos guayabos del país, Acca sellowiana; nuestro pequeño fumo bravo, Solanum granulosum leprosum; la folclórica cina-cina, que prefiere ese nombre al suyo propio, Parkinsonia aculeata;







los gigantescos Peltophorum dubium, orgullosos de ser guaraníes y llamarse
ibirá pitá; los majestuosos lapachos, con su cielo rosado en octubre. Y así podríamos seguir nombrando a nuestros amados nativos y enumerando a los exóticos, que también los hay. Desde la calle Leopoldo Marechal se ve un bosquecito de jóvenes Ginkgo biloba y las inmensas copas de añosos eucaliptos se destacan por todo el predio. 







Una visita a este mágico lugar no es algo que se olvide fácilmente, se las recomiendo; es una dosis de amor incondicional, como el que sólo pueden darnos ellos, los árboles...

¡Hasta la próxima! 



viernes, 1 de diciembre de 2017

NOVIEMBRE, EN BUENOS AIRES

Los parques urbanos se convierten en presuntuosas selvas erráticas con la presencia  del jacarandá,  los lapachos, los palos borrachos, las tipas.
“Espacio ideal para la lectura”, pienso, mientras me acomodo en un banco de madera, cerca del lago, bajo las tipas (Tipuana tipu).
En otro banco, dos jóvenes discuten en voz baja; ella, con el rostro bañado en lágrimas, se levanta y se aleja, sin mirar atrás; él, cruzados los brazos, la mira irse.
Es hermoso ver las frondas colmadas de pequeñas flores amariposadas,  perfumadas, de color amarillo brillante casi anaranjado, que caen suavemente y tienden sobre el suelo un tapiz dorado.
Retomo la lectura:

Kerana, la bella hija del rey Marangá, estaba con su esposo Arandú, bajo la sombra de las  tipas en flor, cuando fue capturada por Taú, el espíritu del mal. Arandú intentó defender a su amada, pero nada pudo hacer para evitar el rapto. El malvado y la bella desaparecieron en la selva, mientras Arandú, malherido, lloraba su desgracia y moría en soledad. Tupá, el Dios Creador, recogió gota a gota el llanto de amor del joven guaraní y lo guardó entre la fronda. Desde entonces, en la primavera tardía, el dolor de Arandú se desprende del ramaje y cae, convertido en copos de espuma, para curar las penas de amor de quien los recibe”.  


Caminar bajo las tipas en noviembre; mirarlas desde adentro, abrazar su tronco áspero, caminar sobre los pétalos caídos y recibir algunas de sus lágrimas, son cosas que no puede dejar de hacer quien sepa emocionarse con lo simple… o tenga penas de amor. ¿Lo sabrán mis vecinos de banco?



jueves, 14 de abril de 2016

HOY NO HABLAMOS DE ÁRBOLES

LA MOSTAZA


La mostaza es de ese tipo de plantas que no  pueden faltar en tu huerto o jardín ya que puede ofrecerte una infinidad de beneficios. Si querés cultivarla con éxito, mirá los trucos:

Consejos para cultivar mostaza en tu huerta    ¿Cuáles son los usos?

 
Las hojas de mostaza se han cultivado en Asia y Europa durante miles de años. Es una planta que ofrece muchas posibilidades para ser utilizada gastronómicamente y además, posee magníficas propiedades medicinales.
La variedad Brassica juncea o mostaza blanca, es de la que se consume  sobre todo sus hojas y la Brassica nigra es de la que se extraen las semillas para elaborar el popular condimento. Algunas variedades se cultivan en la India, China y Japón para elaborar aceite extraído de sus semillas. Otras se cultivan por las hojas, raíces, tallos o flores que poseen diferentes beneficios para la salud.




Las hojas de mostaza son  hortalizas fáciles de cultivar. La siembra de las semillas se hacen  a partir de la primavera. Podés  sembrarlas en plena tierra o bien en cajones para luego trasplantar los plantines a su lugar definitivo.

  • Para elegir el lugar donde la planta va a desarrollarse, deberás tener en cuenta que a la mostaza le gusta el sol a pleno pero también puede vivir en semi-sombra.
  • No le gusta el exceso de agua, más bien es tolerante a la sequía, con lo cual deberás darle un riego escaso.
  • La mostaza es una planta que tolera el frío pero soporta el calor solo hasta los 29 ºc.
  • El suelo debe ser suelto y rico en nutrientes para que las hojas se desarrollen con rapidez. Es un cultivo muy vistoso por sus hojas y el bello color amarillo de sus flores.
  • Para propagar la especie, hay que esperar a que la planta florezca y posteriormente semille. Luego es aconsejable cortar los tallos y espigas donde están las semillas para que no se caigan solas en la tierra. Lo mejor para recoger las semillas es colocar una bolsa de papel en el extremo de la espiga y ponerla hacia abajo, a fin de que las semillas caigan en la bolsa.

  • En cuanto a las plagas, en clima frío las hojas de mostaza casi no las tienen, pero en un clima más cálido atraerá sobre todo pulgones y gusanos de la col. En diferentes lugares las hojas de mostaza se comen crudas en ensaladas o cocidas como la espinaca. Las hojas tienen un sabor fuerte, rico, picante que se ve reforzado si las aderezás con un vinagre dulce y suave.
  • Por lo general, se mezclan las hojas de mostaza con hojas de acelga y espinaca para elaborar rellenos de tartas o preparar diferentes guarniciones. Se las cocina al vapor sobre agua hirviendo para que puedan conservar sus propiedades.
  • Las semillas son  picantes  y se utilizan para sazonar carnes y otros platos.
  • Pulverizadas se usan para hacer mostaza de consistencia cremosa, el famoso condimento que usamos a diario.
     






 

lunes, 2 de febrero de 2015

EL CIELO AMARILLO DE ENERO

Peltophorum dubium es un árbol de la familia Fabaceae. En Argentina y Paraguay es denominado comúnmente Ibirá pitá, en Uruguay Árbol de Artigas y en Brasil, caña fístula.
Este bello árbol selvático, de follaje semiperennifolio tiene tronco recto, alto y grueso que alcanza una altura de entre 20 y 40 m. La corteza es rugosa, gris castaña, casi rojiza y la copa, amplia, hemisférica y tupida.




Las hojas son alternas, pari- bipinnadas, de 12- 30 cm de largo por 18- 25 cm de ancho, brevemente pecioladas. Poseen entre 7 y 21 pares de pinnas opuestas, cada una de ellas con 6- 30 folíolos opuestos, coriáceos, verde oscuros en el haz y pálidos en el envés. Se parecen mucho a las del jacarandá.









Las flores, preciosas, perfectas, completas, con androceo y gineceo, de 2- 3 cm de diámetro, se disponen en panículas piramidales, terminales, vistosas, de 20- 30 cm de largo, con breves pedúnculos, pétalos libres, amarillos, arrugados, de bordes ondulados, estambres libres y estigma ancho.







El fruto es una legumbre samaroide, indehiscente, plana, coriácea de 5- 10 cm de largo que contiene entre 1 y 3 semillas comprimidas, de color castaño claro.
La floración se extiende entre enero y marzo; fructifica desde
marzo hasta junio. La polinización es entomófila y la diseminación, por el viento.








Ampliamente cultivado en las zonas templadas de Argentina, se lo puede hallar fácilmente en calles, plazas y arbolado urbano. Hace poco tiempo descubrí uno en pleno centro de Bs. As., Callao y Tucumán, bellamente florecido.

Ver un Ibirá pitá en plena floración es un espectáculo anual digno de ser tenido en cuenta.
¡Se los recomiendo, busquen uno y me darán la razón!