lunes, 13 de enero de 2020

PEQUEÑO PORTE, GRAN BELLEZA...

El guarán amarillo, guarán-guarán, lapachillo amarillo, es un bello arbusto nativo del noroeste argentino, cuyo nombre científico es Tecoma stans, de la familia Bignonaceae.
Su copa es globosa y de forma irregular, de follaje perenne y de un bello color verde medio.
Las hojas son compuestas, pinnadas, opuestas, con folíolos de borde finamente serrado.





Sin dudas, lo que destaca al guarán es su generosa y vistosa floración. Como otras de la familia de las bignonáceas (jacarandá, lapacho, por nombrar algunas), sus flores son grandes, acampanadas, de un hermoso color amarillo, dispuestas en inflorescencias terminales muy llamativas.








Florece en primavera  fructifica en verano y otoño; los frutos, que contienen varias semillas, permanecen largo tiempo en el árbol. Se trata de legumbres grandes y alargadas que adquieren un bello tono muy oscuro al madurar. 














El guarán se propaga por
semillas o estacas leñosas.
Es una especie colonizadora que es necesario controlar por su tendencia a asilvestrarse.
























Se adapta fácilmente a todo tipo de suelo, aunque prefiere aquellos húmedos, permeables y fértiles.