lunes, 10 de diciembre de 2012

LAS ACACIAS DEL ESTÍO

Cultivadas como ornamentales para parques y jardines, plazas y calles, por sus tupidos follajes y sus floraciones abundantes y vistosas, las tres especies que hoy nos ocupan son fáciles de identificar, dentro del arbolado urbano. Todas pertenecen a la familia de las Fabáceas.


La primera de ellas, Albizia julibrissin, se conoce vulgarmente como árbol de la seda, acacia de Constantinopla o acacia de Persia. 
Es una especie originaria de Asia, desde Irán hasta China.
Se trata de un árbol caducifolio, de 6-12m de
altura y copa amplia, aparasolada, que produce buena sombra y se adapta muy bien a las zonas templadas.





Las hojas son bipinnadas, de hasta 25cm de largo, con fuertes pecíolos, 5-12 pares de pinnas opuestas, de color verde oscuro en el haz y más claro en el envés, muy bonitas y abundantes, de aspecto plumoso.



Las flores, perfectas (con androceo y gineceo), se presentan en inflorescencias en capítulos, semejantes a plumerillos, largamente pedunculadas con muchos estambres rosados, de base blanquecina, que se abren en abanico. Florece abundantemente, de noviembre a marzo.
Fructifica de febrero a mayo, con una legumbre comprimida, de 9-17cm, castaña, que contiene semillas lisas y muy duras.  







Acacia visco Lorentz ex Griseb, llamada también visco, viscote negro, yapán, viscote blanco, es una especie de gran porte, semi-perennifolia, de copa amplia, subglobosa. Especie nativa de Chile, Bolivia y Argentina, se ha asilvestrado en las barrancas del Paraná.



Las características de las hojas son similares a las de la especie anterior.
Las flores son perfectas, pequeñas, redondas, blanco-amarillentas, con numerosos estambres, dispuestas en capítulos axilares, largamente pedunculados.
El fruto es una legumbre que contiene semillas chatas, castañas y redondeadas. Florece desde noviembre hasta enero.






Styphnolobium japonicum, conocido como sófora, acacia del Japón, árbol de las pagodas, acacia japónica, es un gran árbol caducifolio que puede superar los 20m de altura, nativo de Corea, China y Japón.
La copa es amplia , globosa e irregular. Los troncos, rectos, desarrollan nudosidades abultadas, con el paso de los años, que les dan un aspecto característico.





Las hojas son alternas, compuestas, largamente pecioladas,  con 3 a 17 pares de folíolos de color verde oscuro, brillantes, ovoides, de borde entero.



Las flores son perfectas, pequeñas, papilionadas, de aspecto similar a las de la acacia blanca de primavera, fragantes, de color blanco- amarillento, dispuestas en floribundos racimos terminales.
Florecen de diciembre a marzo y le confieren al árbol un bellísimo aspecto.




El fruto es una legumbre tan especial, que constituye el dato más claro, a la hora de identificar la especie. Es cilíndrica, péndula, estrangulada, verdosa, con pericarpio carnoso, que contiene semillas negras, separadas unas de otras por la característica monoliforme de la vaina.

Ya están presentadas. Mi sugerencia: salgan a buscarlas, están en todos los barrios. Disfruten de todo su esplendor y no olviden abrazarse un momento a sus troncos...

miércoles, 21 de noviembre de 2012

UN NOMBRE MUY ACERTADO

Los nombres vulgares del reino vegetal se mantienen en las tradiciones orales, más que nada, por su funcionalidad.


El árbol que hoy nos ocupa, Bauhinia forficata, de la familia de las Fabáceas, se conoce comúnmente como pezuña de vaca, pata de vaca, pata de buey, falsa caoba, pata de toro y algunos más. Es originario del sur de Brasil, Paraguay, n.o. de Uruguay y n.e. de Argentina.




Alcanza los 8-10m de altura; posee ramas péndulas, arqueadas, con presencia de aguijones cónicos; su copa es irregular, abierta o globosa; la corteza es grisácea, lisa o ligeramente agrietada.
El follaje, caducifolio, es realmente llamativo: las hojas son simples, alternas, con largos pecíolos, bilobuladas, subcoriáceas, lisas, de color verde claro y borde entero; como el nombre vulgar lo indica, tienen la forma y el tamaño de una pisada de ganado bovino. Esta característica permite identificar al árbol, sin lugar a dudas.
En medicina popular, la infusión de sus hojas se utiliza para mejorar diversas afecciones.                                


La generosa floración  se produce a finales de la primavera y continúa durante el verano. Las flores son grandes, blancas, dialipétalas (tienen los pétalos libres, no soldados entre sí) y desde el centro surge un conjunto de 10 estambres fértiles, que sigue una curva ascendente. Se disponen en racimos cortamente pedunculados, fuera de las axilas.












Fructifica entre febrero y abril. 
El fruto es una legumbre coriácea, de color castaño, lisa, péndula, dehiscente, de 10-20cm de largo, que perdura en las ramas hasta julio; las semillas son ovoides y negras.
La polinización es entomófila y la diseminación se produce en forma espontánea, por la dehiscencia de las vainas.
Sus raíces son gemíferas y rebrotan alrededor de la planta madre.
Crece fácilmente en regiones cálidas o templadas, y no tolera las heladas.
Se utiliza en el arbolado urbano y es de crecimiento medianamente rápido.

Este bellísimo árbol nativo merece ser valorado como ornamental, para plazas y paseos públicos, por lo vistoso de su follaje y sus increíbles flores, semejantes a orquídeas.



jueves, 11 de octubre de 2012

PRIMAVERA EN LAGO PUELO

El Parque Nacional Lago Puelo fue creado como anexo al Parque Nacional Los Alerces, en el año 1937. En 1971 se lo declaró Parque y Reserva Nacional independiente.  






Pertenece a las eco-regiones bosque y estepa patagónicos -cuyo clima es templado a frío y húmedo, con nevadas y lluvias invernales- y altos Andes.








Desde San Carlos de Bariloche se accede a la ciudad de El Bolsón, luego de recorrer 135 km a través de la Ruta Nacional Nº 258. Desde allí, se transita por la Ruta Provincial Nº 16 hasta la localidad de Lago Puelo.


   
El Parque alberga especies vegetales de la selva valdiviana chilena, como es el caso del avellano, el tique, el lingue y el ulmo.           A ello debemos sumarle la flora autóctona más extendida de los bosques andino-patagónicos presentes en la zona: por ejemplo, el ciprés de la cordillera, el coihue, el notro, la lenga, el radal, el arrayán, el pehuén o araucaria, el alerce y otros.      

La rosa mosqueta es una planta exótica invasora y se diseminó en varios sectores de la región

             









Uno de los rincones más bellos de la zona es la Comarca Andina del Paralelo 42.


Está integrada por la localidad rionegrina de El Bolsón, que es el núcleo urbano y comercial de la zona, los parajes Mallín Ahogado, Los Repollos, El Foyel, El Manso y, las chubutenses El Hoyo, Lago Puelo, El Maitén, Epuyén, Cholila, y los parajes Las Golondrinas, Entre Ríos, Cerro Radal y Leleque.








Tengo una amiga muy querida de toda la vida, Silvia, en Lago Puelo, que disfruta a diario de la maravilla natural que la rodea.







Es primavera; me envió fotos preciosas y quise compartirlas con ustedes, mis amigos del blog "verde".






                   
                                     
¡El abejorro también celebra la primavera!

martes, 2 de octubre de 2012

RAMA FLORIDA

El árbol que hoy nos ocupa es Cercis siliquastrom, especie de pie monoico,  porte pequeño y follaje caducifolio, perteneciente a la familia de las Fabáceas. Su nombre vulgar es Árbol de Judea. Es originario de Asia, Oriente Medio y Europa del sudeste. Posee tronco sinuoso, no muy alto, y corteza oscura y rugosa.
La copa es irregular y poco extendida; las hojas son simples, redondeadas, casi acorazonadas, con una hendidura central y largos pecíolos. Su hermoso color verde de la adultez rivaliza con el rosado de su nacimiento; son muy bonitas; viran al amarillo, en otoño.


 

Lo más extravagante y gracioso de este árbol son sus bellísimas flores, papilionáceas, de color rosado rojizo o rosado violáceo. Aparecen en primavera, antes de que broten las hojas; cubren graciosamente las ramas desnudas, de las que nacen, agrupadas en inflorescencias cortas, casi sin pedúnculo. Son hermafroditas y muy vistosas.
Permanecen en las ramas, mucho tiempo después de haberse secado.


                                                                                                                                    






















Hay una variedad de flores blancas, muy infrecuente. Se trata de casos aislados de albinismo.


Los frutos son legumbres aplanadas, de color rojizo púrpura, que permanecen hasta después de la caída foliar.
Es un hermoso árbol ornamental, muy utilizado en paisajismo. Es decorativo por sus hojas y sus flores e ideal para veredas angostas.
El valor forestal es escaso; su madera se utiliza para tallas y artesanías.

Detalle de la flor     

El Árbol de Judea no se ve muy a menudo en el arbolado público, tampoco en las plazas. Pero, ahora que está en flor, es increíblemente bello y no pasa inadvertido; bien vale la pena buscarlo entre sus congéneres.                                            

miércoles, 2 de mayo de 2012

LA NATURALEZA PRESTA, NO REGALA. Shakespeare

Miércoles 4 de abril.
Anochece; el cielo de Buenos Aires se cubre de nubes extrañas, veloces, densas, oscuras. Mientras los truenos, unos tras otros, sin intervalos, hacen trepidar las ventanas, los rayos y relámpagos rasgan la oscuridad con zigzagueantes reflejos multicolores que explotan sin piedad ante la mirada atónita de la gente, que corre a guarecerse de lo que ya es inminente.

El viento comienza a soplar hasta alcanzar ráfagas de más de 100 km/h. Una granizada increíble, estrepitosa, con piezas que superan los 3 cm. de diámetro, acompaña a la lluvia, obstruyendo totalmente le visibilidad, a un par de metros de distancia.

Nunca habíamos visto semejante temporal en nuestra ciudad y sus alrededores; en la mayoría de los barrios se interrumpen los servicios eléctricos y telefónicos.

La negrura, la furia del viento y los estampidos de la tormenta se adueñan de la noche.

Jueves 5 de abril.
Amanece; la luz del día nos revela la magnitud del desastre natural:

- el Servicio Meteorológico Nacional informa que los vientos fueron de entre 180 y 220 km./h, lo que lo convierte en un tornado de magnitud F2.

- la fuerza del meteoro acaba con la vida de 17 personas, por el derrumbe de viviendas y caída de postes y árboles.

- alrededor de 1000 calles quedan cerradas al tránsito, obstruídas por desechos y escombros.

- centenares de automóviles resultan aplastados por troncos y ramas.

- no se puede precisar la cantidad de árboles que sucumbieron al vendaval.

Diez días después.

Más de 10,000 fueron los árboles afectados por la tormenta. Ejemplares arrancados desde la raíz yacen en parques, paseos y veredas, esperando ser removidos por las cuadrillas encargadas de esa tarea. El ruido de las sierras, cortando gajos inertes, predomina sobre cualquier otro sonido de la vida cotidiana.
La devastación vegetal, arrastrando consigo nidos vacíos, semillas que jamás germinarán, décadas de trabajo de la naturaleza, nos conmueve hasta hacernos llorar. Nuestros gigantes amados, con su frágil fortaleza, muriendo en silencio como mueren los árboles, nos recuerdan que sólo somos parte de un todo, superior a nuestras fuerzas.

El ceibo de mi amiga Lulu.  

En una casa de Ramos Mejía, las flores rojas y amariposadas de un bello árbol cubrían el balcón aterrazado de Lulu, compitiendo por el espacio con bellos ejemplares de asplenium, helechos, orquídeas, begonias, bromelias, marantas, peperomias, singonium, petunias y muchas otras plantas que ella cultiva con amor.
















Desde el 4 de abril, el ceibo sólo habita en el corazón de Lulu, mi "amiga verde".